viernes, 28 de enero de 2011

Rosario de Sanación (inspirado al Laico Jairo Donado Pinto)

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Celebrante:     Padre Nuestro, que estas en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Congregación:  Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación; y líbranos del mal. Amén.
Celebrante:     Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Congregación:  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Celebrante:    “Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. (Mateo 18, 20)
Congregación:  Lectura del Evangelio según San Lucas. Amor a los Enemigos.  (Lucas  6, 27-36). “Yo os digo a vosotros que escucháis; amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian. Al que te hiere en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, no le niegues la túnica. Da a quien te pida, y no reclames a quien te roba lo tuyo. Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores aman a quienes los aman. Y si hacéis el bien a los que os lo hacen, ¿qué mérito tendréis? Los pecadores también lo hacen. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos otro tanto. Pero vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno para los ingratos y perversos. Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

1er. Misterio de la Sanación:
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, tú que tienes el poder de perdonar los pecados, te suplico con toda mi alma y mi corazón, porque estoy arrepentido, perdones todas mis culpas y el mal que he provocado con mi proceder.
Celebrante:     “Hombre, tus pecados te son perdonados. (Lucas 5,20)
Celebrante:     ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas. (se repite 10 veces)
Congregación:  Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. (se repite 10 veces)
Celebrante:     Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
Congregación:  Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

2do. Misterio de la Sanación:
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, quiero ser fiel a un Dios tan bueno y justo, te imploro me liberes del acoso continuo del demonio y sus huestes, para que no caiga en la tentación y en el pecado.

Celebrante:     “Retírate Satanás porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a El solo servirás”. (Mateo 4,10)

Congregación:  ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas. (se repite 10 veces)
Celebrante:     Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. (se repite 10 veces)
Congregación:  Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
Celebrante:    Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

3er. Misterio de la Sanación:
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, te pido con todo mi ser restablezcas la salud de mi cuerpo y alma, cures mis dolencias, para poder servirte y adorarte todos los días de mi vida.                                            
Celebrante:     “Hija, tu fe te ha sanado, vete en paz, y queda curada de tu enfermedad”. (Marcos 5, 34)
Celebrante:     ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas. (se repite 10 veces)
Congregación:  Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. (se repite 10 veces)
Celebrante:     Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
Congregación:  Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

4to. Misterio de la Sanación:
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, pongo en tus manos el peso de los problemas y preocupaciones que me angustian, en ti confío, permíteme Divino Redentor verme pronto libre de ellos para cantarte alabanzas.
Celebrante:     “¡Abba! ¡Padre! ¡Todo te es posible! ¡Aparta de mí este cáliz! Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú”. (Marcos 14,36)
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas. (se repite 10 veces)
Celebrante:     Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. (se repite 10 veces)
Congregación:  Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
Celebrante:     Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

5to. Misterio de la Sanación:
Congregación:  ¡Cristo Jesús!, sufriendo voy por el sendero de la vida, agobiado y cansado de tanto soportar, Amoroso Cristo colma mis días de alegría y bonanza, abre mi espíritu para lo Eterno, para glorificarte noche y día.
Celebrante:     “La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, os la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni tengáis miedo”.     (Juan 14,27)
Celebrante:     ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas. (se repite 10 veces)
Congregación:  Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. (se repite 10 veces)
Celebrante:     Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
Congregación:  Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

Reflexión sobre El Regreso de Jesús:
¡Mi Buen Jesús!, ¡Hijo Amantísimo del Padre Celestial!, que ofreciste tu vida para salvar a todos los hombres, al estar frente a ti, mira mi corazón contrito, avergonzado por el peso de mis culpas. Te pido Señor en este momento, con toda mi alma, el perdón para todos mis pecados y  me concedas tu protección, sanación y ayuda.
¡Oh Señor de infinita misericordia y bondad!, mantén hacia mí la faz de tu rostro y así como tus sagrados pies se posan firmes sin resbalar, acrecienta mis fuerzas para no flaquear y resistir la tentación.
¡Amado Maestro!, con tu mano izquierda, apacigua y aleja de nosotros la violencia que nos agobia y amenaza con destruir a todas las naciones de la tierra, mientras que con tu mano derecha, bendícenos y muéstranos el camino de la Redención. Señor, hazte presente en nuestra vida, acude a esta súplica y detén la maldad, la mentira, la fatalidad y a todo aquel que sea instrumento del mal.
¡Si, Divino Salvador!, ruega al Padre Eterno por nosotros, para que nos libre de las ataduras del príncipe de este mundo, derrama sobre todos tus seguidores la gracia, la salud y el  perdón;  señálanos el camino, para encontrar muy pronto la solución a todos los problemas que nos angustian y amenazan con destruir nuestra vida y la paz interior.
Asimismo, como en la boda de Caná de Galilea transformaste el agua en vino, y en la celebración de la última cena con tus apóstoles transubstancializaste el pan y el vino en tu cuerpo y sangre, ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. Así sea.
¡Padre Nuestro, que estás en el cielo!, concédenos las peticiones que te hacemos con fe todas las personas que rezamos este Rosario, devuélvenos tu amistad y colma de gracia nuestra existencia con la presencia viva en nuestra vida del Espíritu Santo, te lo suplicamos humildemente por los méritos de tu Hijo Santo, Nuestro Señor Jesucristo. Así sea.

Salve:
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, Ea pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, o dulce, Virgen María, ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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sábado, 22 de enero de 2011

Coronilla de Protección (inspirada al Laico Agustín del Divino Corazón)



(se reza con un rosario común)

EN LAS CUENTAS GRANDES:
Ave María Purísima, sin pecado concebida,
hija de San Joaquín y Santa Ana,
María Santísima
EN LAS CUENTAS PEQUEÑAS:
¿Quién como Dios?,
Nadie como Dios
EN EL GLORIA:
Huid poderes malignos,
Venció Cristo el Señor
AL FINAL DE LAS CINCO DECENAS:
Corazones triunfantes de Jesús y de María,
Reinad en mi vida y en mi corazón.
(Se repite tres veces)

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jueves, 20 de enero de 2011

Rosario con los Misterios Dolorosos dados para estos tiempos (inspirado al Laico John Rick Miller)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.

                Que el Nombre Sacratísimo, digno de toda adoración, incomprensible e inefable de Dios, sea por siempre alabado, bendecido, adorado y glorificado en el Cielo, en la tierra y bajo la tierra, por todas las criaturas de Dios y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén.

Pongamos en nuestra mente la Santa Faz de Jesús.... Nuestro Señor dijo: “Al ofrecerle Mi Faz a Mi Padre Eterno, nada será rechazado y se obtendrá la conversión de muchos pecadores”:

Padre Eterno, te ofrezco la Adorable Faz de tu Amado Hijo, para honra y gloria de tu Nombre, por la conversión de los pecadores y la salvación de los moribundos, especialmente en esta Ciudad y en todas las ciudades de este mundo. Amén.

CREDO.
                Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí a de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 3 Avemarías y el Gloria.

INTENSIONES ESPECIALES DE ORACIÓN POR MÉXICO.
                Oramos este Santo rosario por la conversión de México, por la paz en México, para que todos vivamos las enseñanzas de nuestra Iglesia Católica y para que las familias recuperen los valores de nuestra fe católica.

PRIMER MISTERIO DOLOROSO: LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ.

                Contemplemos a Nuestro Santísimo Señor arrodillado en el Huerto de Getsemaní, y veamos sus Santos Poros abiertos tras derramar su Preciosa Sangre. Oremos:
                Oh, Santísimo Jesús, te invoco por mediación de tus Santas Llagas; pongo en cada uno de tus Poros abiertos, durante tu santo dolor y agonía, a todos los que están en los medios de comunicación, especialmente, a aquellos que crean y deciden lo que nosotros y nuestros hijos vemos, escuchamos y leemos. Pido especialmente por quienes activamente promueven la pornografía, la perversión, la inmoralidad y lo oculto, en películas, internet, revistas, periódicos, radio y sobre todo en la televisión. Oro, por mediación de tu Preciosísima Sangre, y te pido que con ella queden selladas dentro de tus Santas Llagas, cada una de esas personas. Señor Jesús, ato en tu Santo Nombre, todo mal que pueda corromper a dichas personas, e invoco tu Divina Justicia y tu Divina Misericordia para con ellos. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 10 Avemarías y el Gloria.

Jaculatoria.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO: LA FLAGELACIÓN.

                Contemplemos a nuestro Santísimo Señor encadenado a la columna de la flagelación, y veamos su Santa Carne abierta y desgarrada. Oremos:
                Oh, Santísimo Jesús, te invoco por mediación de tus Santas Llagas; pongo dentro de cada una de las heridas más abiertas y profundas en tu Santísima Espalda, que dejaron al descubierto tus Santo Hueso, a todos los líderes del mundo que se encuentran en el gobierno y la política, especialmente a aquellos que buscan coartar la libertad.
Oro, por mediación de tu Preciosísima Sangre, y te pido que con ella queden selladas dentro de tus Santas Llagas, cada una de esas personas. Señor Jesús, ato en tu Santo Nombre, todo mal que pueda corromper a dichas personas, e invoco tu Divina Justicia y tu Divina Misericordia para con ellos. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 10 Avemarías y el Gloria.

Jaculatoria.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

TERCER MISTERIO DOLOROSO: LA CORONACIÓN DE ESPINAS.

                Contemplemos a Nuestro Santísimo Señor empapado en su Sacratísima Sangre, desgarrado y magullado por los golpes, sin apenas poder respirar; y veamos cómo es azotado y como le encajan la corona de la burla perforando profundamente su Sagrada Cabeza. Oremos:
                Oh Santísimo Jesús, te invoco por mediación de tus Santas Llagas; pongo dentro de estas inefables y punzantes heridas mortales, causadas por esas espinas como dagas, a todos los que se encuentran en el medio de las finanzas y el comercio; especialmente, a aquellos que han vendido o venderán sus almas eternas, por avaricia o por su ambición de poder. Oro, por mediación de tu Preciosísima Sangre, y te pido que con ella queden selladas dentro de tus Santas Llagas, cada una de esas personas. Señor Jesús, ato en tu Santo Nombre, todo mal que pueda corromper a dichas personas, e invoco tu Divina Justicia y tu Divina Misericordia para con ellos. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 10 Avemarías y el Gloria.

Jaculatoria.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

CUARTO MISTERIO DOLOROSO: JESÚS CARGA LA CRUZ.

                Contemplemos a Nuestro Santísimo Señor caído por tercera vez, sus Santos Pies terriblemente deformados, sus Santas Piernas desgarradas, sus Amadas Rodillas destrozadas, sus Santísimas Manos, Brazos y Codos tan magullados, golpeados y atormentados por atroces dolores. Sobre todo amado Jesús, recordamos la herida de tu Sagrado Hombro sobre el cual cargaste tu amada Cruz. Esa herida que causó en tu Santa Carne y Huesos, una mayor angustia y dolor que cualquier otra Santa Herida. Tu Carne tan desgarrada dejó tus Huesos al descubierto. Oremos:
                Oh, Santísimo Jesús, te invoco por mediación de tus Santas Llagas; pongo en lo más hondo de esos feroces tormentos, a todos los que tienen autoridad sobre otros, desde la más simple autoridad, hasta la de aquellos que tienen en sus manos la vida y el destino de los demás. Oro, por mediación de tu Preciosísima Sangre, y te pido que con ella queden selladas dentro de tus Santas Llagas, cada una de esas personas. Señor Jesús, ato en tu Santo Nombre, todo mal que pueda corromper a dichas personas, e invoco tu Divina Justicia y tu Divina Misericordia para con ellos. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 10 Avemarías y el Gloria.

Jaculatoria.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

QUINTO MISTERIO DOLOROSO: LA CRUCIFIXIÓN.

                Contemplemos a Nuestro Santísimo Señor clavado en la Cruz, sufriendo una muerte dolorosísima y atroz; en medio de sus tormentos, su pensamiento siempre estuvo fijo en nosotros, en nuestra redención y salvación, entregándonos finalmente al cuidado de Su Madre. Oremos:
                Oh Santísimo Jesús, te invoco por mediación de tus Santas Llagas; pongo en lo más profundo de cada una de las Llagas que sufriste en la Crucifixión, las de tus Amadas Manos, tus Santos Pies y la venerada Llaga de tu Sagrado Costado, a todas las familias, especialmente a aquellas dentro de la Ciudad, cuyos padres se han divorciado o están por hacerlo. Así mismo, a todos aquellos que han cometido el abominable pecado del aborto o que están pensando en cometer éste u otros actos de violencia, y a todos aquellos que están atrapados en la perversión y el adulterio. Pongo también dentro de estas Santas Llagas, sangrientas y martirizantes, a todos los hijos de esas personas y familias, para preservarlos de la mancha por tales pecados y para conservarlos bajo la protección de la Sagrada Familia, libres de los deseos de la carne y de todo apego a las cosas de este mundo. Oro, por mediación de tu Preciosísima Sangre, y te pido que con ella queden selladas dentro de tus Santas Llagas cada una de esas personas. Señor Jesús, ato en tu Santo Nombre, todo mal que pueda corromper a dichas personas, e invoco tu Divina Justicia y tu Divina Misericordia para con ellos. Amén.

Rezar el Padre Nuestro, 10 Avemarías y el Gloria.

Jaculatoria.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

                Dios te salve Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas; Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

                San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio, que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde súplica y tu oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja en el infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Repetir 10 veces: “Jesús, María y José, los amo, salven almas”.

Recemos un Padre Nuestro por el Papa Benedicto XVI.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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sábado, 15 de enero de 2011

Prayer for the Unborn by Pope Benedict XVI.


Lord Jesus,
You who faithfully visit and fulfill with your Presence
the Church and the history of men;
You who in the miraculous Sacrament of your Body and Blood
render us participants in divine Life
and allow us a foretaste of the joy of eternal Life;
We adore and bless you.

Prostrated before You, source and lover of Life,
truly present and alive among us, we beg you.
Reawaken in us respect for every unborn life,
make us capable of seeing in the fruit of the maternal womb
the miraculous work of the Creator,
open our hearts to generously welcoming every child
that comes into life.
Bless all families,
sanctify the union of spouses,
render fruitful their love.
Accompany the choices of legislative assemblies
with the light of your Spirit,
so that peoples and nations may recognize and respect
the sacred nature of life, of every human life.
Guide the work of scientists and doctors,
so that all progress contributes to the integral well-being of the person,
and no one endures suppression or injustice.
Give creative charity to administrators and economists,
so they may realize and promote sufficient conditions
so that young families can serenely embrace
the birth of new children.
Console the married couples who suffer
because they are unable to have children
and in Your goodness provide for them.
Teach us all to care for orphaned or abandoned children,
so they may experience the warmth of your Charity,
the consolation of your divine Heart.
Together with Mary, Your Mother, the great believer,
in whose womb you took on our human nature,
we wait to receive from You, our Only True Good and Savior,
the strength to love and serve life,
in anticipation of living forever in You,
in communion with the Blessed Trinity.
Amen.
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viernes, 14 de enero de 2011

Rosario de Nuestra Señora de las Lágrimas (revelado a la hermana Amalia de Jesús Flagelado)


Con tus lágrimas, oh Madre Dolorosa, destruye el dominio de los infiernos. Con tu mansedumbre, Oh Señor Jesucristo, tú que estás desligado de cadenas, libra al mundo de los errores actuales. Oh Jesús crucificado, postrados a tus pies, te ofrecemos las lagrimas de tu Santísima Madre, que te acompañó con ardiente y compasivo Amor, en el Doloroso camino de la Cruz. Concédenos, oh Buen Maestro, que sigamos de todo corazón, las enseñanzas que por medio de sus lágrimas nos ha dado, para que cumpliendo con tu Santísima Voluntad en la tierra, nos hagamos dignos del honor de alabarte en el cielo por toda la eternidad.  Amén.

Los 7 Dolores de la Santísima Virgen

Primer Dolor.
Al oír la profecía de Simeón que su Hijo iba a morir y que su corazón sería traspasado por una espada.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Segundo Dolor.
Por la crueldad de Herodes y la huida a Egipto.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Tercer Dolor.
Cuando perdió a su Divino Hijo por 3 días.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Cuarto Dolor.
Cuando vio a su Hijo amadísimo, cargando la pesada Cruz.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Quinto Dolor.
Al ver como Crucificaban a Jesús.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Sexto Dolor.
Al tener en sus brazos el cuerpo sin vida, de su amado Hijo.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones,
Por las lagrimas de tu Santísima Madre, la Virgen María.

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Séptimo Dolor.
Por la soledad en que se quedó, al sepultar a su Divino Hijo.

Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.

(7 veces):
Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
Por las lagrimas de tu Santísima Madre la Virgen María

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos, Amén.

Invocaciones

(3 veces):
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
Y que te ama aún más ardientemente en el cielo

Oración

¡Oh María, Madre del amor, del dolor y de la compasión, te rogamos que unas nuestras oraciones a las tuyas, para que Jesús, tu Hijo Divino a quien invocamos, oiga nuestras súplicas, en nombre de tus lagrimas Maternales, y nos conceda la paz que tan ardiente buscamos, para que así podamos obtener la corona de la vida eterna. Amén.

Letanias

Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Cristo ten piedad de nosotros
Cristo ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos
Jesucristo óyenos
Jesucristo escúchanos
Jesucristo escúchanos
Padre Celestial que eres Dios,
Ten piedad de nosotros
Hijo redentor del mundo que eres Dios,
Ten piedad de nosotros
Espíritu Santo que eres Dios,
Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad que eres un solo Dios,
Ten piedad de nosotros

Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes,
Ruega por nosotros
Madre en el Corazón Crucificada,
Ruega por nosotros
Madre dolorosa,
 Ruega por nosotros
Madre llorosa,
Ruega por nosotros
Madre afligida,
Ruega por nosotros
Madre desamparada,
Ruega por nosotros
Madre desolada,
Ruega por nosotros
Madre de tu Hijo privada,
Ruega por nosotros
Madre por una espada de dolor traspasada,
Ruega por nosotros
Madre de penas consumida,
Ruega por nosotros
Madre llena de angustias,
Ruega por nosotros
Madre con el corazón en la Cruz clavada,
Ruega por nosotros
Madre tristísima,
Ruega por nosotros
Fuente de lágrimas,
Ruega por nosotros
Colina de tormentos,
Ruega por nosotros
Espejo de paciencia,
Ruega por nosotros
Peña dura de constancia,
Ruega por nosotros
Ancora de la esperanza,
Ruega por nosotros
Refugio de los desamparados,
Ruega por nosotros
Escudo de los oprimidos,
Ruega por nosotros
Vencedora de los incrédulos,
Ruega por nosotros
Consuelo de los miserables,
Ruega por nosotros
Medicina de los enfermos,
Ruega por nosotros
Fortaleza de los débiles,
Ruega por nosotros
Puerto de los que naufragan,
Ruega por nosotros
Calma de las tempestades,
Ruega por nosotros
Recurso de los afligidos,
Ruega por nosotros
Temor de los que ponen acechanzas,
Ruega por nosotros
Tesoro de los fieles,
Ruega por nosotros
Ojo de los Profetas,
Ruega por nosotros
Báculo de los Apóstoles,
Ruega por nosotros
Corona de los Mártires,
Ruega por nosotros
Juez de los Confesores,
Ruega por nosotros
Perla de las Vírgenes,
Ruega por nosotros
Consuelo de las viudas,
Ruega por nosotros
Alegría de todos los Santos,
Ruega por nosotros

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
Ten piedad de  nosotros

Ruega por nosotros Virgen Dolorosísima para que seamos dignos de alcanzar las promesas de tu Hijo Santísimo. Amén.

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