viernes, 29 de abril de 2011

Vía Crucis por la Santificación de los Sacerdotes

ORACIONES PREPARATORIAS.
W  En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
W  ¡Oh Jesús, Sacerdote eterno! Guarda a tus sacerdotes al abrigo de tu corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que diariamente tocan tu Santo Cuerpo, y guarda limpios sus labios teñidos con tu propia Sangre.
W  Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna, amén.

I Estación
JESUS CONDENADO A MUERTE.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por el dolor que causó a tu corazón esta injusta sentencia, te ruego por los sacerdotes que son injustamente juzgados o calumniados.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
II Estación
JESUS CON LA CRUZ A CUESTAS.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por la inmensa fatiga que te causó el peso de la Cruz, te ruego por tus sacerdotes. Dales fuerza, Señor, para que carguen su cruz, y haz que la abracen con amor.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
III Estación
JESUS CAE POR PRIMERA VEZ BAJO EL PESO DE LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por esta primera caída, te encomiendo a tus sacerdotes jóvenes, a tus seminaristas. Dales a todos perseverancia y fortaleza, y si alguno cae, Señor, levántalo para que siga en pos de ti.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
IV Estación
 JESUS ENCUENTRA A SU SANTISIMA MADRE, CAMINO DEL CALVARIO.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Madre del Eterno Sacerdote, por aquel dolor tan profundo que traspasó tu corazón, te ruego llenes la soledad del sacerdote. Que en ti vean a la Madre amorosa que los consuela y alienta.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
V Estación
JESUS ES AYUDADO POR EL  CIRINEO, A LLEVAR LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por aquella mirada de amor que diste a Simón de Cirene cuando te ayudó a llevar la Cruz, te ruego por tus sacerdotes. Que cuando la cruz les parezca más pesada, sientan que tú la llevas con ellos y los miras con amor.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
VI Estación
LA VERONICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESUS.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, en aquel momento todos te daban la espalda. Sólo ella se atrevió y te limpió el rostro. Te ruego, Señor, que nunca vuelva yo la espalda cuando tus sacerdotes necesiten mi ayuda. ¡Señor, que sea valiente!
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
VII Estación
JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ, BAJO EL PESO DE LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Mi Jesús, agotado por el peso de la Cruz, volviste a caer. Por este dolor te ruego, por tus sacerdotes en edad madura. Aumenta su fe. Sostenlos, y si alguno se encuentra envuelto en tinieblas, acuérdate que hay muchas almas que gimen en la oscuridad y que necesitan que alguien las lleve hacia ti. Recuerda que ellos son “la sal de la tierra”, y si la sal se desvirtúa... ¡Señor, tenemos tanta necesidad de sacerdotes santos!
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
VIII Estación
JESUS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALEN.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por aquellas palabras “No lloréis por mí, sino por vosotros y vuestros hijos”, danos lágrimas de arrepentimiento verdadero, por nuestras culpas y llena el corazón de tus sacerdotes de amor a la penitencia y a la oración... que en todo momento sean fieles a sus votos.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
IX Estación
JESUS CAE POR TERCERA VEZ, BAJO EL PESO DE LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por esta tercera caída, te ruego por ellos. Que sean “uno contigo” y sepan desaparecer para darte paso a ti Señor.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
X Estación
JESUS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  ¡Cuánto dolor, cuánta vergüenza sufrió tu corazón! ¡Sé cuánto duele a tu corazón tanta amargura! Aquí te ruego por tus sacerdotes caídos, por los que no te han sido fieles. Señor, que tu Gracia los salve.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
XI Estación
JESUS CLAVADO EN LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por aquel terrible dolor que sufrieron tus miembros, por tu sed, por tus llagas, te ruego que tus sacerdotes sientan cada vez más esa sed, para que lleven las almas al Padre.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
XII Estación
JESUS MUERE EN LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por tus incomparables dolores, por tus infinitas angustias, por tu muerte en la Cruz, te ruego enseñes a tus sacerdotes a vivir y a morir en la Cruz. ¡Que la amen cada vez más, Señor!
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
XIII Estación
EL CUERPO DEL SEÑOR, ES BAJADO DE LA CRUZ.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  ¡Soledad de María! ¡Cuánta amargura al contemplar en tus brazos a tu hijo muerto! Por este inmenso dolor, te ruego por la soledad de tus sacerdotes. Llénala tú con tu incomparable amor de Madre, haz que comprendan que teniéndote a ti, que viviendo en tu Corazón, nunca, nunca estarán solos.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
XIV Estación
EL CUERPO DEL SEÑOR ES PUESTO EN EL SEPULCRO.

W  Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  Jesús mío, por tu muerte, te suplico que cuando llegue la de tus sacerdotes te puedan decir: Señor, todo lo hicimos por tu amor. En tus manos encomiendo, Señor, las almas de tus sacerdotes difuntos. Sé, tu Señor, su espléndida recompensa.
W  Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
ORACIÓN FINAL.
W  Jesús, Sacerdote Eterno, escucha nuestra plegaria por la porción más amada de tu corazón: tus Sacerdotes. Nos unimos a ti en tu Oración sacerdotal para decir contigo: “Padre, que todos sean uno como Tú y yo somos uno”, amén.
W  Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador, amén.
W  En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, amén. 

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miércoles, 20 de abril de 2011

Rosario de la Llama de Amor de María (Basado en las revelaciones dadas a Isabel Kindelmann)

La señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
      Abre Señor mis labios y mi boca proclamara tus alabanzas.
      Ven oh Dios en mi ayuda, Señor date prisa en socorrerme.
Monición inicial.
Con humildad y sencillez, dispongamos nuestro corazón a Dios Padre todopoderoso, a Jesús nuestro Señor y al Espíritu Santo. Así mismo al inmaculado corazón de María.
Pidamos a Jesús la presencia del Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor, envía Señor Tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Oh Dios que has ilustrado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, has que guiados por el mismo Espíritu, sepamos reconocer las cosas que son rectas y gozar siempre de tus divinos consuelos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración a las Santas Llagas.
(Santiguarse cinco veces, adorando las santas llagas de nuestro Señor Jesucristo)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Yo adora la llaga de tu sagrado hombro, con dolor profundo y verdadero, permite que todos los trabajos, penas y enfermedades en este día, sean actos de amor por Ti.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Yo adoro las llagas de tus sagradas manos, con dolor profundo y verdadero, permite que todo trabajo de mis manos en este día, sea un acto de amor por Ti.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Yo adoro las llagas de tus sagrados pies, con dolor profundo y verdadero, permite que cada paso que de en este día, sea un acto de amor por Ti.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Yo adora la llaga de tu sagrado costado, con dolor profundo y verdadero, permite que cada latido de mi corazón en este día, sea un acto de amor por Ti.
Oración al Ángel Custodio.
(Unámonos en un mismo espíritu, en nuestras peticiones)
Envía Señor al Ángel custodio de nuestra ciudad y tiende alrededor de nosotros, un círculo de protección, con tu preciosa Sangre, así mismo oh Dios misericordioso, te rogamos bendigas este hogar y a cada uno de los que aquí moran.
Oración a San Miguel Arcángel.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio, que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde súplica y tu oh Príncipe de la milicia celestial, con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas, amén.
Peticiones.
Pedimos perdón a nuestro Padre Dios, en el nombre de Jesucristo, por los pecados de nuestra familia, por los pecados de todos aquellos que se han alejado de Dios. Pedimos perdón por toda nuestra iglesia.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado, porque eres infinitamente bueno, padeciste y moriste por mi clavado en la cruz, te amo con todo mi corazón y propongo firmemente no volver a pecar, amén.
(Contemplando con los ojos del alma a Jesús en la Eucaristía, digamos)
 Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por todos los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman. (x3)
Ofrecimiento.
Ofrecemos este santo rosario por todas las necesidades de nuestra iglesia. Especialmente por el aumento en las vocaciones sacerdotales. Lo ofrecemos por el Papa Benedicto XVI y por todos los sacerdotes del mundo, para que la Llama de Amor siga incendiándose en sus corazones, así mismo pedimos que la Virgen María, nos cubra con su Llama de Amor. Todo esto lo pedimos a Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, con María, los ángeles y los santos diciéndole. Te lo pedimos Señor.
(Los misterios correspondientes al día)

Primer Misterio. La Resurrección de Jesús.
Muy de mañana, fueron las mujeres al sepulcro, llevando aroma, se les presentaron dos hombres con vestidos resplandecientes, que les dijeron, ¿por qué buscan entre los muertos al que está vivo?, no está aquí, pues resucitó, como El lo había dicho. Palabra del Señor. (Luc 24, 1-6) Gloria a Ti, Señor Jesús.
Oremos por nuestra familia.
Padre nuestro.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, amén.
Ave María de la Llama de Amor.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén. (x 10)
Gloria.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.
Jaculatorias.
            Corazón doloroso e inmaculado de María. Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.
      Madre de Dios y madre nuestra, sálvanos. Por la Llama de Amor de tu inmaculado corazón.
          ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia, amén.

Segundo Misterio. La Ascensión de nuestro Señor Jesucristo.
El Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Palabra del Señor. (Mar 16, 19) Gloria a Ti, Señor Jesús.
Oremos por nuestra ciudad.
[Padre nuestro, Ave María de la Llama de Amor (x10), Gloria y Jaculatorias]

Tercer Misterio. La venida del Espíritu Santo.
Al llegar el día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar, se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos y quedaron llenos del Espíritu Santo. Palabra de Dios. (Hch 2, 1-4) Te alabamos Señor.
Oremos por nuestro país.
[Padre nuestro, Ave María de la Llama de Amor (x10), Gloria y Jaculatorias]

Cuarto Misterio. La Asunción de nuestra Señora.
Toda esplendida, la hija del Rey, sube al cielo, resplandeciente como la aurora cuando amanece, con vestido recamado en oro. Palabra de Dios. (Sal 45, 14-15) Te alabamos Señor.
Oremos por toda la iglesia, militante y purgante.
[Padre nuestro, Ave María de la Llama de Amor (x10), Gloria y Jaculatorias]

Quinto Misterio. La coronación de nuestra Señora.
Y en esto apareció un gran prodigio en el cielo, una mujer  vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de 12 estrellas sobre su cabeza. Palabra de Dios. (Apo 12, 1)Te alabamos Señor.
Oremos por toda las naciones.
[Padre nuestro, Ave María de la Llama de Amor (x10), Gloria y Jaculatorias]
Oremos por la salud y las intensiones del Santo Padre.
Que Dios le conserve la vida, lo haga feliz en la tierra y no lo entregue en manos de sus enemigos.
Salutación a la Virgen con sus tres purezas.
Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre;  venga a nosotros Tu reino; hágase Señor Tu voluntad, en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal.  Amén.
Dios te salve, María Santísima, hija de Dios Padre, virgen purísima y castísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la alumbres; llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te salve, María Santísima, madre de Dios Hijo, virgen purísima y castísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes; llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima y castísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te salve, María Santísima, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, virgen concebida sin la culpa  original. Dios te salve, reina y madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.  Dios te salve,  a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.  Ea pues, señora abogada nuestra, vuelve a nosotros ésos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María.  Ruega por nosotros, santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, amén.

Letanías en forma de preces, de la Llama de Amor.
Santísima trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo
Ten piedad de nosotros
Santa María
Ruega por nosotros
Señor San José
Protégenos
San Miguel Arcángel
Defiéndenos
Madre Santísima, al Santo Padre
Envuélvelo en tu Llama de Amor
A los cardenales y delegados
Concédeles tu Llama de Amor
A los arzobispos y obispos
Ilumínalos con la luz de tu Llama de Amor
A los asesores eclesiásticos
Instrúyelos con tu Llama de Amor
A todos los sacerdotes
Santifícalo con tu Llama de Amor
A los religiosos de vida consagrada
Sostenlos con tu Llama de Amor
A los misioneros
Protégelos con tu Llama de Amor
A los seminaristas
Fortalécelos con tu Llama de Amor
A las religiosas y novicias
Enciéndelas con tu Llama de Amor
A los cenáculos de oración
Acompáñales con tu Lama de Amor
A los santuarios familiares
Arrópalos con tu Lama de Amor
A los coordinadores, asesores y fieles del movimiento
Guárdalos en tu Llama de Amor
A los seglares comprometidos
Anímales con tu Llama de Amor
Madre nuestra abrázanos con tu Llama de Amor
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ilumina las almas
Concédenos esta gracia
Madre nuestra enciende los corazones
Concédenos esta gracia
Madre nuestra fortalece nuestra fe
Concédenos esta gracia
Madre nuestra alienta nuestra esperanza
Concédenos esta gracia
Madre nuestra inflama nuestra caridad
Concédenos esta gracia
Madre nuestra enséñanos a amar a Dios
Concédenos esta gracia
Madre nuestra danos alegría
Concédenos esta gracia
Madre nuestra danos pureza de corazón
Concédenos esta gracia
Madre nuestra danos tus virtudes
Concédenos esta gracia
Madre nuestra danos fortaleza
Concédenos esta gracia
Madre nuestra indícanos el camino
Concédenos esta gracia
Madre nuestra condúcenos al cielo
Concédenos esta gracia
Madre nuestra líbranos del mal
Concédenos esta gracia
Madre nuestra sostennos en la tribulación
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ayúdanos en el sufrimiento
Concédenos esta gracia
Madre nuestra escóndenos en la persecución
Concédenos esta gracia
Madre nuestra protege los matrimonios
Concédenos esta gracia
Madre nuestra enfervoriza las familias
Concédenos esta gracia
Madre nuestra defiende a los niños
Concédenos esta gracia
Madre nuestra salva a los jóvenes
Concédenos esta gracia
Madre nuestra sostén a los ancianos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra sana a los enfermos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra cobija a los niños no nacidos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra bendice a las madres embarazadas
Concédenos esta gracia
Madre nuestra guía a las madres solteras
Concédenos esta gracia
Madre nuestra consuela a las viudas
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ampara a los huérfanos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ayuda a los desempleados
Concédenos esta gracia
Madre nuestra une a los cristianos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra defiende a nuestra nación
Concédenos esta gracia
Madre nuestra transforma a los gobernantes
Concédenos esta gracia
Madre nuestra aléjanos de vicios y corrupción
Concédenos esta gracia
Madre nuestra quita el materialismo en el mundo
Concédenos esta gracia
Madre nuestra líbranos de falsas creencias
Concédenos esta gracia
Madre nuestra acerca a los alejados
Concédenos esta gracia
Madre nuestra convierte a los incrédulos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra calienta a los fríos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra impulsa a los tibios
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ayuda a los encarcelados
Concédenos esta gracia
Madre nuestra levanta a los caídos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra libera a los oprimidos
Concédenos esta gracia
Madre nuestra ilumina a los desesperados
Concédenos esta gracia
Madre nuestra encuentra a los extraviados
Concédenos esta gracia
Madre nuestra salva a los agonizantes
Concédenos esta gracia
Madre nuestra libera a las almas del purgatorio
Concédenos esta gracia

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén. Madre mía, luz defensora, la Llama de Amor de tu inmaculado corazón, triunfará en medio de nuestros tormentos.
Oraciones finales.
(Oración que contiene los deseos de Jesús y nos une a El, pidamos por la unidad de todos los cristianos)
Oración para segar a Satanás.
Jesús, que nuestros pies, vayan juntos,
Que nuestras manos, recojan unidas,
Que nuestros corazones, latan al unísono,
Que nuestro interior, sienta lo mismo,
Que el pensamiento de nuestras mentes, sea uno,
Que nuestros oídos, escuchen juntos el silencio,
Que nuestras miradas, se compenetren profundamente, fundiéndose la una en la otra,
Y que nuestros labios, supliquen juntos al eterno Padre, para alcanzar misericordia.
Amén.
Oración al corazón inmaculado de María.
O corazón inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor.
Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres.
Nosotros te amamos con todo nuestro ser.
Pon en nuestros corazones el amor verdadero,
Para que así tengamos un deseo continuo de Ti.
¡Oh María de corazón dulce y humilde!
Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado.
Por medio de tu corazón inmaculado y materno.
Concédenos ser curados de toda enfermedad espiritual y física.
Has que siempre podamos ver la bondad de tu corazón maternal
Y podamos convertirnos por tu Llama de Amor, amén.

(Finalizamos este santo rosario, bañándonos con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo)

La señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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